Cada 1 de noviembre, el cielo de Santiago Sacatepéquez se convierte en un lienzo de colores con los majestuosos barriletes gigantes, una tradición ancestral que une arte, fe y comunidad. Este año, la celebración inicia con un momento especial: la Travesía del Bambú, el primer paso en la creación de estos colosos de papel y tela.
La Travesía del Bambú es una tradición que data de generaciones atrás. A finales de septiembre, los barrileteros viajan hasta Escuintla para recolectar las varas de bambú que sostendrán sus obras monumentales. Desde tempranas horas, vecinos y amigos se unen en un esfuerzo colectivo, cortando cientos de varas en terrenos difíciles. Pero más que un simple viaje, se trata de un acto de unión, resiliencia y fe.
Al regresar a Santiago Sacatepéquez, los grupos son recibidos como verdaderos héroes. La música, las carrozas y la presencia de las reinas del Festival llenan las calles de alegría, marcando el inicio oficial de los preparativos. La Asociación de Barrileteros de Santiago Sacatepéquez (ASBADEC) presentó a los grupos participantes que, con dedicación y pasión, darán vida al 126.º Festival de Barriletes Gigantes.
Este festival no es solo un espectáculo visual, es un homenaje a los antepasados, un puente entre generaciones y un recordatorio del poder de la comunidad. Cada vara de bambú, cada pincelada de color y cada barrilete que vuela lleva consigo una historia, una oración y un sueño compartido.
Pronto, el cielo de Santiago volverá a pintarse de esperanza, tradición y arte.
Porque más allá de los colores y el viento, los barriletes gigantes son el alma viva de un pueblo que celebra su identidad.
 
															 
															 
															





 
								 
								 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
															 
								 
								 
								