El patrimonio cultural de Guatemala vuelve a casa. Más de 60 piezas prehispánicas y textiles tradicionales fueron recuperadas recientemente gracias a la devolución voluntaria de una guatemalteca residente en México. Entre los bienes entregados destacan 29 objetos arqueológicos y 32 piezas de indumentaria utilizada en danzas tradicionales, que forman parte del invaluable legado histórico del país.
Entre los tesoros repatriados figura un cántaro de barro cocido del Período Posclásico Tardío (1250–1524 d.C.), decorado con figuras de jaguar en tonos rojo y negro, originario de Chimaltenango. Este objeto simboliza el equilibrio entre el día y la noche y representa una de las piezas más valiosas del conjunto.
Según explicó Edgar Hernández, jefe del Departamento de Prevención y Control de Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, muchas de estas piezas fueron heredadas o adquiridas décadas atrás, sin que sus propietarios conocieran su valor patrimonial o su origen. Tal fue el caso de esta guatemalteca que, durante el Conflicto Armado Interno, emigró a México junto con su esposo y decidió conservar los objetos. Décadas más tarde, motivada por el deseo de devolver parte de la historia a su país, tomó la iniciativa de entregarlos voluntariamente.
El Ministerio de Cultura y Deportes (MCD), junto con el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), informaron que la repatriación de los 61 bienes se concretó el pasado 4 de noviembre. Actualmente, las piezas se encuentran bajo resguardo temporal del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala y próximamente serán trasladadas a un museo nacional.
En los últimos cinco años, Guatemala ha recuperado más de 200 bienes culturales provenientes de diversos países, aunque aún existen 395 casos en proceso de repatriación, principalmente en Estados Unidos, Brasil, Alemania e Italia.
De hecho, uno de los casos más recientes ocurrió en Italia, cuando una ciudadana italiana residente en Australia entregó voluntariamente dos piezas que pertenecen al patrimonio guatemalteco, las cuales ya se encuentran bajo resguardo diplomático.
Las autoridades reiteran que continúan trabajando en conjunto con la SAT, la Intendencia de Aduanas y organismos internacionales como Interpol, para evitar el tráfico ilícito de bienes culturales y garantizar la protección del patrimonio nacional.
Cada pieza que regresa cuenta una historia, no solo de arte y tradición, sino también de identidad y memoria. Con cada recuperación, Guatemala no solo rescata su pasado, sino que reafirma su compromiso con la preservación de su herencia cultural.
El legado vuelve a casa… y con él, una parte del alma guatemalteca.



