En el corazón de San Pedro Necta, Huehuetenango, se erige un impresionante mural que ha capturado la atención de todos. La majestuosa obra, creada por el talentoso artista guatemalteco Armando Seb, adorna la cúpula de una iglesia católica local. Con 140 metros cuadrados de extensión, el mural no solo destaca por su tamaño, sino por el detalle y la maestría con que fue ejecutado.
El mural, que tomó más de cuatro meses de intenso trabajo, fue realizado con diversas tonalidades de acrílico y retrata a los apóstoles en toda su grandeza. En la parte inferior, los cuatro evangelistas ocupan espacios triangulares, basados en representaciones artísticas tradicionales. La composición y el simbolismo religioso se entrelazan perfectamente, creando una atmósfera de profunda espiritualidad.

Aunque Armando Seb, originario de El Estor, Izabal y residente actual de Huehuetenango, lideró el proyecto, no estuvo solo. Contó con el apoyo de los talentosos pintores Henry López y José López, quienes ayudaron a dar vida a esta espectacular obra. Seb, quien descubrió su pasión por la pintura desde niño, ha perfeccionado su técnica a lo largo de los años, y este mural es una muestra indiscutible de su habilidad artística y compromiso con la cultura guatemalteca.

Este mural no es solo una obra de arte, es un tributo al talento y la dedicación de artistas locales que han dejado su huella en la historia del arte sacro guatemalteco.