Jorge Letona es un diseñador gráfico guatemalteco cuya carrera alcanzó una notoriedad internacional cuando su trabajo fue seleccionado por la icónica banda Iron Maiden. En 2015, Letona fue parte esencial de la imagen visual de The Book of Souls, el álbum de la banda, gracias a su tipografía Hunab-Ku, inspirada en los jeroglíficos mayas. Lo que comenzó como una tipografía creada y compartida de forma gratuita en internet, terminó siendo la pieza clave en el diseño gráfico del álbum y en la decoración del avión de la banda, que lució los mismos símbolos mayas.

El proceso comenzó en 2012, cuando Letona diseñó la tipografía Hunab-Ku, tomando inspiración de los glifos mayas. El trabajo fue originalmente lanzado como un recurso gratuito en línea, lo que permitió que su diseño llegara a un público más amplio. No pasó mucho tiempo antes de que el mánager de Iron Maiden contactara a Letona, inicialmente para pedir permiso para usar la tipografía. Después de ver el impacto visual que podría tener, la banda solicitó a Letona que ampliara el diseño para que formara parte integral de todo su material promocional y del arte del disco The Book of Souls.

Este álbum, cuyo nombre está inspirado en las creencias mayas sobre las almas y la muerte, encontró en los diseños de Letona un reflejo perfecto de esos temas. La banda no solo utilizó la tipografía en la portada, sino que también la incorporó en el Boeing 737 que los transportaba por todo el mundo en su gira, llevando la esencia de los glifos mayas a una audiencia global.

La colaboración con Iron Maiden representó un punto de inflexión en la carrera de Letona. Lo que comenzó como un diseño digital independiente pasó a ser parte de una de las giras más grandes del mundo, consolidando su nombre en la industria del diseño gráfico internacional. Desde entonces, Letona ha continuado desarrollando su carrera, trabajando en proyectos de diseño de alto perfil y colaborando con marcas y artistas que valoran su visión única, siempre fiel a sus raíces culturales.

El trabajo de Letona no solo ha dejado una huella en la industria del diseño gráfico, sino que también ha puesto en evidencia el potencial de la cultura guatemalteca para influir en el arte global. Hoy, su legado no se limita solo al mundo de la tipografía, sino que sigue inspirando a generaciones de diseñadores gráficos y creativos que encuentran en su carrera un ejemplo de cómo la creatividad local puede trascender fronteras.