El talento guatemalteco brilla una vez más en el escenario mundial gracias a José Molina Salazar, el pintor quetzalteco que ha hecho historia al establecer un nuevo Récord Guinness al pintar de manera ininterrumpida durante 108 horas. Con este logro, Molina no solo ha superado su propio récord anterior, sino que ha puesto el nombre de Guatemala en alto, demostrando que el arte y la perseverancia pueden romper barreras insospechadas.
Este extraordinario reto, que tuvo lugar en el Parque Intercultural de Quetzaltenango, comenzó el 1 de octubre y culminó cinco días después, el sábado 5 de octubre. A lo largo de 108 horas, Molina creó paisajes únicos utilizando la técnica japonesa del sumi-e, una forma de pintura que requiere precisión y meditación. A pesar de la exigencia física y mental, el artista completó su maratón artístico con determinación, convirtiendo su proceso creativo en una experiencia de superación personal.
Para mantenerse en condiciones durante el desafío, Molina seguía una rutina estricta: pintaba cuatro horas consecutivas y descansaba 20 minutos. Estos breves intervalos eran aprovechados para alimentarse y realizar ejercicios ligeros, manteniéndose despierto durante todo el proceso, ya que prefería no dormir para mantener el enfoque en su objetivo.
Molina ha dejado claro que este logro va más allá de una simple búsqueda de un récord. Su motivación radica en explorar los límites humanos y utilizar el arte como una herramienta para generar conciencia social. «No es solo un récord, es una acción artística que busca reivindicar el papel del arte en nuestra sociedad. El arte no debe ser solo una fantasía romántica, sino una práctica real», expresó el artista.
Con este nuevo hito, José Molina Salazar no solo ha inscrito su nombre en el libro de los récords, sino que ha inspirado a toda una generación de artistas y ha fortalecido el legado cultural de Guatemala en el mundo.
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