Este nuevo álbum marca un punto de inflexión en la carrera de Arjona. Tras enfrentarse a varios retos de salud que lo mantuvieron alejado de los escenarios, el artista ahora presenta una obra profundamente personal y transformadora. Según el propio Ricardo, este proyecto refleja una «exploración honesta y profunda», donde se atreve a salirse de los moldes convencionales para ofrecer un sonido fresco y auténtico.
Las canciones que componen este adelanto están inspiradas en vivencias personales de Arjona, abordando temas como el amor, la familia y los desafíos superados a lo largo de su vida. Con la participación activa de sus seguidores, quienes votaron por sus temas favoritos a través de las redes sociales, Arjona demuestra la conexión única que mantiene con su audiencia. Las canciones exploran un lado más introspectivo y sincero del artista, dejando atrás los estándares comerciales para adentrarse en un territorio más genuino y crudo.
El videoclip de «Despacio que hay prisa», que acompaña este lanzamiento, no solo es una obra visual que complementa el tema, sino que también transmite el espíritu de este nuevo capítulo en la carrera de Arjona. En la imagen promocional, se le ve junto a un arroyo, evocando un regreso a sus raíces, mientras hace un guiño a su infancia con el apodo «Seco», que le ha acompañado desde sus primeros años. Este gesto simboliza tanto su origen como el peso emocional de este renacimiento artístico.
Con este lanzamiento, Ricardo Arjona da paso a una nueva etapa musical llena de honestidad y emoción, reafirmando su lugar en el corazón de sus seguidores y preparando el terreno para un álbum que promete tocar las fibras más profundas de quienes lo escuchan.