Recientemente, Mercado 24 alcanzó el puesto 39 de la codiciada lista en una gala celebrada en Río de Janeiro, Brasil. Este reconocimiento no solo celebra su talento, sino también el crecimiento y la evolución de la gastronomía guatemalteca a nivel internacional.
Un chef con trayectoria internacional
Con el deseo de perfeccionar su técnica, Pablo viajó y trabajó en Italia y España durante una década, aprendiendo de la tradición culinaria de estos países. Sin embargo, su corazón siempre estuvo en Guatemala y, al regresar, se propuso transformar la escena gastronómica local.
Más allá de su pasión por la cocina, Pablo disfruta de las cosas simples de la vida. Es fanático de las series de Netflix, como Yellowstone, y le encanta compartir con amigos, disfrutar de un buen vino, salir a correr y explorar la escena gastronómica guatemalteca.
«Mercado 24»: un viaje de sabores
Con la visión de resaltar los ingredientes autóctonos y fusionarlos con sus experiencias internacionales, nació Mercado 24. Su cocina se define como guatemalteca no tradicional, un espacio donde los sabores locales se mezclan con influencias de Asia y otras partes del mundo. Entre sus platos estrella están la tostada y el tiradito de atún, elaborados con ingredientes frescos y directamente obtenidos del Pacífico.
Para Pablo, el pepián representa la esencia de la gastronomía guatemalteca: «Es una cocina compleja, muy elaborada, y este plato no existe en ninguna otra parte del mundo». Su pasión por la cocina va más allá de los platillos; busca crear una experiencia que rinda homenaje a la historia y tradición culinaria del país.
Un reconocimiento que impulsa a Guatemala
Ser parte de los Latin America’s 50 Best Restaurants es un logro que reconoce el esfuerzo no solo de Pablo y su equipo, sino de todos los profesionales que han trabajado por posicionar la gastronomía guatemalteca en el mapa mundial. «Somos un todo, era cuestión de tiempo que esto sucediera. Tenemos historia, tradición y diversidad cultural», expresa el chef.
El reconocimiento internacional también ha traído nuevos retos: «La gente espera lo mejor, es una presión grande, pero es un honor estar en esta lista». A pesar de ello, Pablo mantiene su filosofía de ofrecer una experiencia gastronómica accesible y de alta calidad. «Este es un restaurante de los mejores de Latinoamérica y está en Guatemala. Es una experiencia única, no tengan miedo de venir, está bien rico y la van a pasar bien».
Un legado con raíces escuintlecas
A lo largo de su trayectoria, Pablo ha llevado consigo los recuerdos de su infancia en Escuintla. «El mar, el pescado, subirme a los árboles, cortar mangos y guayabas, el olor del ingenio y del azúcar haciéndose… Esos son los recuerdos que llevo siempre». Su historia es un testimonio de que el talento guatemalteco tiene el potencial de trascender fronteras y dejar una huella imborrable en la gastronomía mundial.
Pablo Díaz ha demostrado que con pasión, esfuerzo y amor por la cocina, los sueños pueden convertirse en realidad. Su historia inspira a nuevas generaciones de chefs a explorar, innovar y, sobre todo, a creer en el valor de la gastronomía guatemalteca.