2. Limpiar las sardinas: Quitar las escamas, la espina central y las vísceras de las sardinas. Reservar las sardinas limpias.
3. Mezclar los ingredientes: Colocar las sardinas limpias en un vaso batidor. Pelar los quesitos y añadirlos junto con el zumo de limón. Agregar el zumo de limón poco a poco mientras se tritura para controlar la consistencia de la pasta.
4. Añadir los condimentos: Salpimentar al gusto. Cortar la cebolla en trozos pequeños y añadirla junto con el cebollino troceado.
5. Triturar: Triturar todos los ingredientes hasta obtener un paté fino y homogéneo.
6. Refrigerar: Pasar la mezcla a un recipiente, cubrir con film transparente pegado a la superficie de la mezcla para evitar la oxidación. Refrigerar por al menos media hora.
7. Preparar la guarnición: Mientras la rillette se enfría, tostar las rebanadas de pan.
8. Servir: Una vez transcurrido el tiempo de refrigeración, servir la rillette untada en las rebanadas de pan. Acompañar con alcaparras, cebolletas, pepinillos, aceitunas rellenas y tomates cherry, según el gusto.
¡Disfruta de esta exquisita Rillette de Sardinas como aperitivo o en cualquier momento del día!